Editor: Dr. Alejandro Abufhele
Efecto de Discontinuar vs Continuar IECA y ARAIIs en la sobrevida intrahospitalaria y a 30 días en pacientes ingresados con COVID-19. Un estudio clínico randomizado. Lopes RD et al. JAMA 2021; 325(3): 254-264
ANTECEDENTES. Se desconoce si los IECA o ARAI tienen un efecto positivo, neutro o negativo en la evolución clínica en pacientes con enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19).
OBJETIVO Determinar si la interrupción en comparación con la continuación de los IECA o ARAII modificó el número de días de sobrevida en y fuera del hospital (hasta los 30 días).
DISEÑO. Estudio clínico aleatorio en 659 pacientes hipertensos hospitalizados en Brasil con COVID-19 leve a moderado que tomaban IECAs o ARAII antes de la hospitalización (enrolados: del 9 de abril al 26 de junio de 2020; seguimiento final: 26 de julio de 2020).
INTERVENCIONES. Interrupción (n = 334) o continuación (n = 325) de IECAs o de los ARAII.
RESULTADOS. En los 659 pacientes, la edad media fue 55,1 años (rango intercuartil, 46,1-65,0 años), 14,7% tenía 70 años o más, 40,4% eran mujeres y el 100% completó el estudio. La mediana del tiempo desde el inicio de los síntomas hasta el ingreso hospitalario fue de 6 días (IQR, 4-9 días) y el 27,2% de los pacientes tenía una saturación de oxígeno inferior al 94% al inicio del estudio. En términos de gravedad clínica, el 57,1% de los pacientes fueron considerados leves al ingreso hospitalario y el 42,9% moderados. No hubo diferencias significativas en el número de días de sobrevida intra en ni fuera del hospital en los pacientes del grupo de interrupción (media, 21,9 días [DE, 8 días]) vs los del grupo continuación (media, 22,9 días [DE, 7,1 días]). Tampoco hubo diferencias significativas en cuanto a mortalidad (2,7% en el grupo de interrupción vs 2,8% del grupo de continuación; OR 0,97 [RIC 95%, 0,38-2,52]), mortalidad cardiovascular (0,6% vs 0,3%, respectivamente; OR 1,95 [RIC del 95%, 0,19-42,12]), o progresión de COVID-19 (38,3% vs 32,3%; OR, 1,30 [RIC 95%, 0,95-1,80]).
Los eventos adversos más frecuentes fueron la insuficiencia respiratoria que requirió ventilación mecánica invasiva (9,6% en el grupo interrupción vs 7,7% en el grupo continuación), shock que requirió vasopresores (8,4% vs 7,1%, respectivamente), infarto agudo del miocardio (7,5% vs 4,6%), insuficiencia cardíaca nueva o que empeora (4,2% vs 4,9%), e insuficiencia renal aguda que requiere hemodiálisis (3,3% vs 2,8%).
CONCLUSIONES. En los pacientes hospitalizados con COVID-19 que reciben IECA o ARAII antes del ingreso hospitalario, no hubo diferencias significativas en la sobrevida media intrahospitalaria ni post alta entre los pacientes asignados a interrupción y a continuación de la medicación. Estos resultados no apoyan la interrupción rutinaria de IECA ni de ARAII en pacientes hospitalizados con COVID-19 leve a moderado si existe una indicación de tratamiento. ClinicalTrials.gov: NCT04364893
La hipertensión de inicio temprano, no la de inicio tardío, está relacionada con la función cognitiva Suvila K et al. Hypertension. 2021;77:00-00. DOI: 10.1161
ANTECEDENTES. La HTA se relaciona con un mayor riesgo de deterioro cognitivo de una forma altamente dependiente de la edad. Sin embargo existen datos contradictorios sobre la relación entre la edad de inicio de la HTA y la función cognitiva.
OBJETIVO. Investigar la asociación entre la HTA de inicio precoz vs la de inicio tardío con el rendimiento cognitivo en la edad media de la vida en 2946 pacientes del estudio CARDIA (Coronary Artery Risk Development in Young Adults) (edad media 55 ± 4 años, 57% mujeres). Los participantes se sometieron a 9 exámenes repetidos, incluyendo mediciones de la presión arterial, entre 1985 y 1986 y 2015 y 2016. Los participantes se sometieron a imágenes de RNM cerebral y completaron las Pruebas de Sustitución de Símbolos Digitales, de Aprendizaje Auditivo de Rey, de Aprendizaje Verbal de Rey, la prueba de interferencia de Stroop y la Evaluación Cognitiva de Montreal para evaluar la función cognitiva en el examen del año 30. Se evaluó la relación entre la edad de inicio de la HTA y la función cognitiva mediante modelos de regresión lineal ajustados por los factores de riesgo de deterioro cognitivo, incluida la PA sistólica.
RESULTADOS. Los individuos con inicio temprano de la HTA (antes de los 35 años) tenían 0,24±0,09, 0,22±0,10, 0,27±0,09 y 0,19±0,07 scores Z estandarizados más bajos en la prueba de sustitución de dígitos, en la prueba Stroop, en el test de evaluación cognitiva de Montreal y un puntaje menor en un score cognitivo compuesto que los participantes sin HTA (P0,05 para todos). En un subgrupo de 559 participantes, ni la HTA de inicio temprano ni la de inicio tardío se asociaron con alteraciones cerebrales macroestructurales (P>0,05 para todos).
CONCLUSIONES. Los resultados indican que la HTA de inicio temprano es un factor de riesgo potente para deterioro cognitivo en la edad media de la vida. Por tanto, la evaluación de la edad de inicio de la HTA en la práctica clínica podría mejorar la estratificación del riesgo de deterioro cognitivo en pacientes con HTA.
Asociación entre la d|1iferencia de Presión Arterial Sistólica entre ambos brazos y resultados de eventos cardiovasculares y mortalidad. Metanálisis de datos de participantes individuales, desarrollo y validación de un algoritmo de pronóstico: colaboración INTERPRESS-IPD
Clark CE , et al. Hypertension 2020:77:00-00 DOI : 10.1161/HYPERTENSIONAHA.120.15997.
ANTECEDENTES: Las diferencias sistólicas entre brazos en la presión arterial se han asociado con mortalidad general y por causas cardiovasculares.
OBJETIVO Metanálisis de datos individuales para (1) cuantificar asociaciones independientes de diferencia entre la PA sistólica entre brazos con mortalidad y eventos cardiovasculares; (2) desarrollar y validar modelos de pronóstico que incorporen la diferencia entre ambos brazos, y (3) determinar si la diferencia de PA entre ambos brazos se asocia con el riesgo (ajustado por condiciones cardiovasculares) comunes. Se buscaron estudios con registro de PA en ambos brazos. Mediciones de la PA medida en un brazo y luego en el otro, Se establecieron acuerdos con los autores colaboradores y se creó un conjunto único de datos (INTERPRESS-IPD, con datos combinados de 24 estudios, 53827 participantes).
RESULTADOS La diferencia de PA sistólica entre ambos brazos se asoció con la mortalidad global y con mortalidad cardiovascular: HR continuo 1,05 (IC del 95%, 1,02-1,08) y 1,06 (IC del 95%, 1,02-1,11), respectivamente, por 5 cada mmHg de diferencia de PA sistólica entre ambos brazos. El HR para mortalidad global aumentó con la magnitud de la diferencia de PA entre ambos brazos a partir de un umbral ≥ 5 mmHg (HR 1,07 [IC del 95%, 1,01–1,14]). Las diferencias de PA sistólica entre brazos por cada 5 mmHg se asociaron con eventos cardiovasculares en personas sin enfermedad preexistente, después de ajustar por enfermedad cardiovascular aterosclerótica (HR, 1,04 [IC del 95%, 1,00-1,08]), score de riesgo cardiovascular de Framingham (HR, 1,04 [IC del 95%, 1.01–1.08]), o el score de riesgo cardiovascular calculado con el algoritmo de riesgo de enfermedad cardiovascular QRISK versión 2 (QRISK2) (HR de riesgo, 1.12 [IC 95%, 1.06–1.18]).
CONCLUSIONES. Estos hallazgos confirman que la diferencia de PA sistólica entre brazos se asocia con un aumento de la mortalidad global, con la mortalidad cardiovascular y con eventos cardiovasculares. La PA debiera medirse en ambos brazos en el exámen cardiovascular. Los autores proponen una diferencia de PA sistólica entre ambos brazos de 10 mmHg como límite superior de normalidad.
Uso de tests para aldosteronismo primario y de antagonistas del receptor de mineralocorticoides en el sistema de salud de los veteranos en USA: estudio de cohorte retrospectivo. Cohen JB et al. Ann Intern Med Dic 29. PMID: 33370170 DOI: 10.7326/M20-4873 (Artículo en línea antes de su impresión)
ANTECEDENTES. El aldosteronismo primario (AP) es una causa común de HTA resistente. Sin embargo, la evidencia de los sistemas de salud sugiere que las tasas de uso de exámenes diagnósticos de AP son bajas.
OBJETIVO. Evaluar las tasas de uso de tests para AP y el manejo de la HTA basado en evidencia en pacientes con HTA resistente.
METODOS. Estudio de cohorte retrospectivo en el sistema de Salud de Veteranos de los Estados Unidos. Veteranos con HTA resistente (n = 269 010) entre el 2000 y el 2017 (definición de HTA resistente: 2 mediciones de PA ≥ 140 o 90 mm Hg con un intervalo de al menos 1 mes durante el uso de 3 fármacos antihipertensivos incluyendo un diurético o HTA que requiere 4 clases de antihipertensivos). Se midieron las tasas de uso de tests de AP (aldosterona-renina plasmática) y la asociación de los tests con el tratamiento basado en evidencia utilizando un antagonista del receptor de mineralocorticoides (ARM) y con la PA sistólica longitudinal.
RESULTADOS. Se identificaron 4277 (1,6%) pacientes a los que se les realizó un examen para AP. La visita inicial a un nefrólogo (HR, 2,05 [IC 95%, 1,66 – 2,52]) o a un endocrinólogo (HR, 2,48 [IC, 1,69 a 3,63]) se asoció con una mayor probabilidad de realizar el test en comparación con la atención primaria. Los tests para AP se asociaron con una probabilidad 4 veces mayor de iniciar el tratamiento con y con un mejor control de la PA a lo largo del tiempo. Limitaciones: Cohorte predominantemente masculina, diseño retrospectivo, susceptibilidad de clasificación errónea de las PA en consultorio y falta de pruebas confirmatorias de AP.
CONCLUSIONES. En una cohorte nacional de veteranos con HTA resistente aparente, los tests diagnósticos de AP fueron poco frecuentes y se asociaron a mayores tasas de tratamiento con ARM y a mejor control longitudinal de la presión arterial. Los resultados confirman la baja adherencia a las prácticas recomendadas en la Guías Clínicas y subrayan la necesidad urgente de mejorar el manejo de los pacientes con hipertensión resistente al tratamiento.
Screening y registro a nacional en China de aldosteronismo primario en pacientes hipertensos.
Xin Chen et al. Journal of Human Hypertension (2021) 35:157–161.
ANTECEDENTES. En el marco de las iniciativas de control de la HTA en China, el Estudio Prospectivo de Aldosteronismo Primario en China fue diseñado como un programa multicéntrico nacional para screening y registro del aldosteronismo primario (AP) en pacientes hipertensos.
OBJETIVO. establecer las plataformas tecnológicas, los equipos y experiencia para el screening, diagnóstico y tratamiento del AP en las consultas externas de cardiología.
METODOS. Estudio de cohorte retrospectivo en el sistema de Salud de Veteranos de los Estados Unidos. Veteranos con HTA resistente (n = 269 010) entre el 2000 y el 2017 (definición de HTA resistente: 2 mediciones de PA ≥ 140 o 90 mm Hg con un intervalo de al menos 1 mes durante el uso de 3 fármacos antihipertensivos incluyendo un diurético o HTA que requiere 4 clases de antihipertensivos). Se midieron las tasas de uso de tests de AP (aldosterona-renina plasmática) y la asociación de los tests con el tratamiento basado en evidencia utilizando un antagonista del receptor de mineralocorticoides (ARM) y con la PA sistólica longitudinal.
RESULTADOS. Se identificaron 4277 (1,6%) pacientes a los que se les realizó un examen para AP. La visita inicial a un nefrólogo (HR, 2,05 [IC 95%, 1,66 – 2,52]) o a un endocrinólogo (HR, 2,48 [IC, 1,69 a 3,63]) se asoció con una mayor probabilidad de realizar el test en comparación con la atención primaria. Los tests para AP se asociaron con una probabilidad 4 veces mayor de iniciar el tratamiento con y con un mejor control de la PA a lo largo del tiempo. Limitaciones: Cohorte predominantemente masculina, diseño retrospectivo, susceptibilidad de clasificación errónea de las PA en consultorio y falta de pruebas confirmatorias de AP.
CONCLUSIONES. En una cohorte nacional de veteranos con HTA resistente aparente, los tests diagnósticos de AP fueron poco frecuentes y se asociaron a mayores tasas de tratamiento con ARM y a mejor control longitudinal de la presión arterial. Los resultados confirman la baja adherencia a las prácticas recomendadas en la Guías Clínicas y subrayan la necesidad urgente de mejorar el manejo de los pacientes con hipertensión resistente al tratamiento.
Inhibición de la aldosterona sintasa con lorundrostat para la hipertensión no controlada
Lucas J. Laffin, MD1,2; David Rodman, MD3; James M. Lutero, MD4; et alAnandVaidya, MD5; Matthew R. Weir, MD6; Natasa Rajicic7; BT Slingsby, Doctor en Medicina, doctorado3; Steven E. Nissen, MD1,2; para los investigadores de Target-HTN
afiliaciones de autor. Información del artículo
JAMA. 2023;330(12):1140-1150. doi:10.1001/jama.2023.16029
RESUMEN
IMPORTANCIA. La producción excesiva de aldosterona contribuye a la hipertensión tanto en el hiperaldosteronismo clásico como en la hipertensión asociada a la obesidad. Las terapias que reducen la síntesis de aldosterona pueden reducir la presión arterial.
OBJETIVO. Comparar la seguridad y eficacia de lorundrostat, un inhibidor de la aldosterona sintasa, con placebo, y caracterizar la seguridad y eficacia dependientes de la dosis para informar la selección de dosis en ensayos futuros.
DISEÑO, ENTORNO Y PARTICIPANTES. Ensayo aleatorizado, controlado con placebo y de rango de dosis entre adultos con hipertensión no controlada que toman 2 o más medicamentos antihipertensivos. Se inscribió una cohorte inicial de 163 participantes con renina plasmática suprimida (actividad de renina plasmática [PRA] ≤1,0 ng/mL/h) y aldosterona plasmática elevada (≥1,0 ng/dL), con la inscripción posterior de 37 participantes con PRA superior a 1,0. ng/mL/h.
INTERVENCIONES. Los participantes fueron asignados al azar a placebo o 1 de 5 dosis de lorundrostat en la cohorte inicial (12,5 mg, 50 mg o 100 mg una vez al día o 12,5 mg o 25 mg dos veces al día). En la segunda cohorte, los participantes fueron asignados al azar en una proporción de 1:6 a placebo o lorundrostat, 100 mg una vez al día.
PRINCIPALES RESULTADOS Y MEDIDAS. El criterio de valoración principal fue el cambio en la presión arterial sistólica automatizada en el consultorio desde el inicio hasta la semana 8 del estudio.
RESULTADOS. Entre julio de 2021 y junio de 2022, se aleatorizaron 200 participantes y el seguimiento final se realizó en septiembre de 2022. Después de 8 semanas de tratamiento en participantes con PRA suprimida, se observaron cambios en la presión arterial sistólica en el consultorio de −14,1, −13,2, −6,9 y Se observaron -4,1 mm Hg con 100 mg, 50 mg y 12,5 mg una vez al día de lorundrostat y placebo, respectivamente. Las reducciones observadas en la presión arterial sistólica en individuos que recibieron dosis dos veces al día de 25 mg y 12,5 mg de lorundrostat fueron de -10,1 y -13,8 mm Hg, respectivamente. La diferencia de medias de mínimos cuadrados entre el placebo y el tratamiento en la presión arterial sistólica fue de −9,6 mm Hg (IC del 90 %, −15,8 a −3,4 mm Hg; P = 0,01 ) para la dosis de 50 mg una vez al día y −7,8 mm Hg (IC del 90 %, −14,1 a −1,5 mm Hg; P = 0,04) por 100 mg al día. Entre los participantes sin ARP suprimida, 100 mg una vez al día de lorundrostat disminuyeron la presión arterial sistólica en 11,4 mm Hg (DE, 2,5 mm Hg), lo que fue similar a la reducción de la presión arterial entre los participantes con ARP suprimida que recibieron la misma dosis. Seis participantes tuvieron aumentos en el potasio sérico por encima de 6,0 mmol/L que se corrigieron con la reducción de la dosis o la interrupción del fármaco. No se produjeron casos de insuficiencia de cortisol.
CONCLUSIONES Y RELEVANCIA. Entre las personas con hipertensión no controlada, el uso de lorundrostat fue eficaz para reducir la presión arterial en comparación con el placebo, lo que requerirá más estudios confirmatorios.
Final Report of a Trial of Intensive versus Standard Blood-Pressure Control. The SPRINT Research Group N Engl J Med 2021;384:1921-30. DOI: 10.1056/NEJMoa1901281
RESUMEN ANTECEDENTES En un ensayo aleatorizado previamente publicado sobre el control estándar e intensivo de la presión arterial sistólica, aún no se habían conocido los datos sobre algunos eventos de resultado y aún no se habían recopilado los datos de seguimiento posteriores al ensayo.
MÉTODOS Asignamos al azar a 9361 participantes que tenían un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular pero que no tenían diabetes o accidente cerebrovascular previo para cumplir con un objetivo de tratamiento intensivo (presión arterial sistólica, <120 mm Hg) o un objetivo de tratamiento estándar (presión arterial sistólica, <140 mm Hg). El resultado primario fue una combinación de infarto de miocardio, otros síndromes coronarios agudos, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca aguda descompensada o muerte por causas cardiovasculares. Los eventos de resultado primario adicionales que ocurrieron hasta el final del período de intervención (20 de agosto de 2015) se adjudicaron después del bloqueo de datos para el análisis primario. También analizamos los datos de seguimiento observacional posterior al ensayo hasta el 29 de julio de 2016.
RESULTADOS Con una mediana de 3,33 años de seguimiento, la tasa del resultado primario y la mortalidad por todas las causas durante el ensayo fueron significativamente más bajas en el grupo de tratamiento intensivo que en el grupo de tratamiento estándar (tasa del resultado primario, 1,77% por año frente a 2,40% por año; índice de riesgo, 0,73; intervalo de confianza [IC] del 95%, 0,63 a 0,86; mortalidad por todas las causas, 1,06% por año frente a 1,41% por año; índice de riesgo, 0,75; IC del 95% , 0,61 a 0,92). Los eventos adversos graves de hipotensión, anomalías electrolíticas, insuficiencia o insuficiencia renal aguda y síncope fueron significativamente más frecuentes en el grupo de tratamiento intensivo. Cuando se combinaron los datos de seguimiento del ensayo y posterior al ensayo (3,88 años en total), se encontraron patrones similares para el beneficio del tratamiento y los eventos adversos; sin embargo, las tasas de insuficiencia cardíaca ya no difirieron entre los. grupos.
CONCLUSIONES Entre los pacientes que tenían un mayor riesgo cardiovascular, apuntar a una presión arterial sistólica de menos de 120 mm Hg resultó en tasas más bajas de eventos cardiovasculares adversos mayores y una menor mortalidad por todas las causas que apuntar a una presión arterial sistólica de menos de 140 mm Hg, ambos durante recepción de la terapia asignada aleatoriamente y después del ensayo. Las tasas de algunos eventos adversos fueron más altas en el grupo de tratamiento intensivo.
(Financiado por los Institutos Nacionales de Salud; número .gov deSPRINT ClinicalTrials, NCT01206062.)
Ann InternMed 2023 25 Abril;176:605
(https doi.org107326/m22-31579)
Un ensayo controlado aleatorio internacional
Antecedentes:
Entre los pacientes sometidos a cirugía no cardiaca, las anomalías hemodinámicas perioperatorias se asocian con complicaciones vasculares. Persiste la incertidumbre acerca de cuál es la presión arterial intraoperatoria objetivo y cómo manejar los medicamentos antihipertensivos a largo plazo en el perioperatorio.
Objetivo:
Comparar los efectos de una estrategia para evitar la hipotensión y una estrategia para evitar la hipertensión sobre las complicaciones vasculares mayores después de una cirugía no cardíaca.
Diseño:
Ensayo aleatorizado factorial parcial de 2 estrategias de control de la presión arterial perioperatoria (informadas aquí) y ácido tranexámico versus placebo. (ClinicalTrials.gov: NCT03505723).
Participacion:
110 hospitales en 22 países.
Pacientes:
7490 pacientes sometidos a cirugía no cardíaca que tenían riesgo de complicaciones vasculares y recibían 1 o más medicamentos antihipertensivos a largo plazo.
Intervención:
En el grupo de estrategia de evitación de hipotensión, el objetivo de presión arterial media intraoperatoria fue de 80 mm Hg o más; antes y durante 2 días después de la cirugía, se suspendieron los inhibidores del sistema renina-angiotensina-aldosterona y los otros medicamentos antihipertensivos a largo plazo se administraron solo para presiones arteriales sistólicas de 130 mm Hg o más, siguiendo un algoritmo. En el grupo de estrategia para evitar la hipertensión, el objetivo de presión arterial media intraoperatoria fue de 60 mm Hg o más; todos los medicamentos antihipertensivos se continuaron antes y después de la cirugía.
Mediciones:
El resultado primario fue una combinación de muerte vascular y lesión miocárdica no fatal después de cirugía no cardíaca, accidente cerebrovascular y paro cardíaco a los 30 días. Los adjudicadores de resultados estaban cesgados a la asignación del tratamiento.
Resultados:
El resultado primario ocurrió en 520 de 3742 pacientes (13,9 %) en el grupo de evitación de hipotensión y en 524 de 3748 pacientes (14,0 %) en el grupo de evitación de hipertensión (índice de riesgo, 0,99 [IC del 95 %, 0,88 a 1,12]; P = 0,92). Los resultados fueron consistentes para los pacientes que usaron 1 o más medicamentos antihipertensivos a largo plazo.
Limitación:
La adherencia a las estrategias asignadas fue subóptima; sin embargo, los resultados fueron consistentes a través de diferentes niveles de adherencia.
Conclusión:
En pacientes sometidos a cirugía no cardiaca, nuestras estrategias para evitar la hipotensión y la hipertensión dieron como resultado una incidencia similar de complicaciones vasculares mayores.
COMENTARIO
Los autores de este estudio destacan los resultados cardiovasculares similares a los 30 días en los dos grupos e implican (pero no afirman directamente) que es razonable continuar con los inhibidores de la ECA y los ARB durante la cirugía. Por el contrario, los editorialistas enfatizan las preocupaciones sobre la hipotensión intraoperatoria: concluyen que «suspender medicamentos antihipertensivos seleccionados, como ACE [inhibidores] y ARB, es razonable antes de la cirugía no cardíaca» y afirman que estas decisiones deben matizarse e individualizarse. Una forma de individualizar la decisión podría ser suspender los medicamentos en pacientes con presión arterial estrictamente controlada desde hace mucho tiempo (que podrían ser más propensos a la hipotensión) y continuarlos en pacientes con antecedentes de presión arterial marginalmente o mal controlada.
Dr. Daniel D. Dressler, MSc, MHM, FACP
editor adjunto
NEJM JOURNAL WATCH MEDICINA GENERAL
NEJW JOURNAL WATCH MEDICINA HOSPITALARIA
La falta de adherencia es común en pacientes con hipertensión aparente resistente: revisión sistemática y metanálisis
American Journal of Hypertension , volumen 36, número 7, julio de 2023, páginas 394–403, https://doi.org/10.1093/ajh/hpad013
Publicado:
08 junio 2023
Antecedentes
La prevalencia de la falta de adherencia a la medicación en el contexto de la hipertensión resistente (HR) varía del 5% al 80% en la literatura publicada. El objetivo de esta revisión sistemática fue establecer la prevalencia general de incumplimiento y evaluar el efecto del método de evaluación en esta estimación.
Métodos
Se realizaron búsquedas de artículos relevantes en MEDLINE, EMBASE, Cochrane, CINAHL y Web of Science (desde el inicio de la base de datos hasta noviembre de 2020). Se incluyeron estudios que incluyeron adultos con diagnóstico de HR, con alguna medida de cumplimiento. Dos revisores extrajeron de forma independiente los detalles sobre el método de evaluación del cumplimiento. El análisis agrupado se realizó mediante el modelo de efectos aleatorios y la heterogeneidad se exploró con metarregresión y análisis de subgrupos. El resultado principal medido fue la prevalencia agrupada de incumplimiento y la prevalencia utilizando métodos de evaluación directos e indirectos.
Resultados
Se incluyeron cuarenta y dos estudios con 71 353 pacientes. La prevalencia combinada de incumplimiento fue del 37 % (intervalo de confianza [IC] del 95 %: 27 %–47 %) y menor para los métodos indirectos (20 %, IC del 95 %: 11 %–35 %) que para los métodos directos (46 %, 95 % % IC 40%–52%). La metarregresión a nivel de estudio sugirió una edad más joven y un año de publicación reciente como factores potenciales que contribuyen a la heterogeneidad.
Conclusiones
Los métodos indirectos (recuento de pastillas o cuestionarios) son insuficientes para el diagnóstico de incumplimiento y reportan menos de la mitad de las tasas que los métodos directos (terapia de observación directa o análisis de orina). La prevalencia general de la falta de adherencia en el tratamiento aparente de HR es extremadamente alta y requiere una evaluación exhaustiva de la falta de adherencia en este entorno.
Ejercicio de entrenamiento y presión arterial en reposo: un metanálisis a gran escala por pares y en red de ensayos controlados aleatorios Edwards JJ, Deenmamode AHP, Griffiths M, et al.
[publicado en línea antes de la impresión, 25 de julio de 2023].
Br J SportsMed. 2023; bjsports-2022-106503.doi:10.1136/bjsports-2022-106503
Objetivo: realizar un metanálisis a gran escala por pares y en red sobre los efectos de todos los modos de entrenamiento de ejercicio relevantes sobre la presión arterial en reposo para establecer prácticas óptimas de prescripción de ejercicio antihipertensivo.
Diseño: Revisión sistemática y metanálisis en red. Fuentes de datos: se realizaron búsquedas sistemáticas en PubMed (Medline), la biblioteca Cochrane y Web ofScience.
Criterios de elegibilidad: Ensayos controlados aleatorios publicados entre 1990 y febrero de 2023. Todos los trabajos relevantes que informen reducciones en la presión arterial sistólica (PAS) y/o la presión arterial diastólica (PAD) luego de una intervención de ejercicio de ≥2 semanas, con un control elegible sin intervención grupo, fueron incluidos.
Resultados: finalmente se incluyeron 270 ensayos controlados aleatorios en el análisis final, con un tamaño de muestra combinado de 15 827 participantes. Los análisis por pares demostraron reducciones significativas en la PAS y la PAD en reposo después del entrenamiento con ejercicios aeróbicos (-4,49/-2,53 mm Hg, p<0,001), entrenamiento de resistencia dinámica (-4,55/-3,04 mm Hg, p<0,001), entrenamiento combinado (-6,04 /-2,54 mm Hg, p<0,001), entrenamiento interválico de alta intensidad (-4,08/-2,50 mm Hg, p<0,001) y entrenamiento isométrico (-8,24/-4,00 mm Hg, p<0,001). Como se muestra en el metanálisis en red, el orden de rango de efectividad basado en los valores de la superficie bajo la curva de rango acumulativo (SUCRA) para la PAS fue entrenamiento con ejercicios isométricos (SUCRA: 98,3 %), entrenamiento combinado (75,7 %), entrenamiento de fuerza dinámico (46,1 %), entrenamiento aeróbico (40,5 %) y entrenamiento interválico de alta intensidad (39,4 %). Los metanálisis de redes secundarias revelaron que la sentadilla isométrica contra la pared y la carrera son los submodos más efectivos para reducir la PAS (90,4 %) y la PAD (91,3 %), respectivamente.
Conclusión: varios modos de entrenamiento con ejercicios mejoran la presión arterial en reposo, particularmente el ejercicio isométrico. Los resultados de este análisis deben informar las futuras recomendaciones de las guías de ejercicio para la prevención y el tratamiento de la hipertensión arterial.
Interacciones cardiovasculares del sistema renina-angiotensina-aldosterona evaluadas por resonancia magnética cardíaca: el estudio multiétnico de la aterosclerosis
Vinithra Varadarajan, Mateus D Marques, Bharath Ambale Venkatesh, Matthew Allison, Mohammad R Ostovaneh, Kihei Yoneyama, Sirisha Donekal, Ravi V Shah, Venkatesh L Murthy, Colin O Wu, Russell P Tracy, Pamela Ouyang, Carlos E Rochitte, David A Bluemke, Joao A C Lima
American JournalofHypertension , volumen 36, número 9, septiembre de 2023, páginas 517–523, https://doi.org/10.1093/ajh/hpad050
Antecedentes
Los efectos del sistema renina-angiotensina-aldosterona en el sistema cardiovascular se han descrito en base a estudios pequeños. El objetivo de este estudio fue evaluar la relación entre la aldosterona y la actividad de la renina plasmática (PRA) y la estructura y función cardiovascular.
Métodos
Estudiamos una muestra aleatoria de participantes del Estudio multiétnico de aterosclerosis que se sometieron a análisis de sangre de aldosterona y PRA entre 2003 y 2005 y se sometieron a una resonancia magnética cardíaca en 2010. Se excluyeron los participantes que tomaban inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina o bloqueadores de los receptores de angiotensina.
Resultados
El grupo de aldosterona estuvo compuesto por 615 participantes, edad media 61,6 ± 8,9 años, mientras que el grupo de renina fue de 580 participantes, edad media 61,5 ± 8,8 años y ambos grupos tenían aproximadamente un 50% de mujeres. En el análisis multivariable, un incremento de 1 SD del nivel de aldosterona transformado logarítmicamente se asoció con un índice de masa del ventrículo izquierdo (LV) 0,07 g/m 2 más alto ( P = 0,04) y un índice de volumen mínimo de la aurícula izquierda (AI) 0,11 ml/m 2 más alto ( p < 0,01). Además, una mayor aldosterona transformada logarítmicamente se asoció con una tensión máxima de LA y una fracción de vaciado de LA más bajas ( P < 0,01). Los niveles de aldosterona no se asociaron significativamente con las medidas aórticas. El PRA transformado logarítmicamente se asoció con un índice de volumen diastólico final del VI más bajo (β estandarizado = 0,08, P = 0,05). Los niveles de PRA no se asociaron significativamente con LA y las diferencias estructurales o funcionales aórticas.
Conclusiones
Los niveles más altos de aldosterona y PRA se asocian con cambios de remodelado concéntricos del VI. Además, la aldosterona se relacionó con cambios perjudiciales en la remodelación de LA.
Manejo de la hipertensión arterial en etapa 1 en adultos con bajo riesgo de enfermedad cardiovascular a 10 años : llenando un vacío en las guías (Declaración científica de la American Heart Association).
Jones DW. Whelton PK et al. Hypertension. 2021;77:e58–e67. DOI: 10.1161/HYP.0000000000000195
La hipertensión arterial (HTA) es la principal causa de morbilidad y mortalidad por enfermedades cardiovasculares en todo el mundo. Los pacientes hipertensos y los médicos que manejan HTA se han beneficiado de las evidencias de los ensayos clínicos controlados y aleatorizados centrados en eventos. Uno de los resultados de estos estudios clínicos ha sido el desarrollo de directrices o guías basadas en la evidencia. El compromiso de utilizar la evidencia de estos ensayos aleatorios basados en eventos ha sido una piedra angular en el desarrollo de las recomendaciones de tratamiento. Sin embargo, en algunas situaciones, la evidencia de los ensayos basados en eventos no está disponible muchas situaciones clínicas.
Es el caso del tratamiento de muchos pacientes con HTA en etapa 1. El objetivo de esta declaración científica es proporcionar información complementaria a la Guía de Práctica Clínica de HTA para el paciente con hipertensión en atapa 1 no tratada (PA sistólica/ PA diastólica, 130-139/80-89 mm Hg) con un riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica a 10 años <10% que no alcanza la una presión arterial <130/80 mm Hg después de 6 meses de terapia no farmacológica recomendada por las Guías. Se proporciona aquí evidencia de fuentes distintas a los estudios clínicos controlados aleatorizados basados en eventos y ofrece opciones de terapia para su consideración por parte de los médicos.
En estos pacientes se debe mantener el tratamiento basado en cambio de estilos de vida y considerar la posibilidad de añadir fármacos dentro de las 4 clases recomendadas en la guía americana del 2017.
Para los pacientes en quienes se identificó HTA durante la adolescencia (o en la infancia) y a los que se les ha prescrito tratamiento farmacológico antihipertensivo, se deben reconsiderar las indicaciones originales para iniciar tratamiento y la necesidad de continuarlo.
En adultos jóvenes con HTA en etapa 1 que no se logran controlar con tratamiento no farmacológico, se debe prestar especial atención al uso de fármacos antihipertensivos cuando hay antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular prematura, historia de HTA en el embarazo, o historia personal de nacimiento prematuro.
Hipertensión, enfermedad cardiovascular y nicturia: una revisión sistemática
Ohishi M et al. Hypertension Research (2021) 44:733–739 doi.org/10.1038/s41440-021-00634-0
La nicturia perjudica significativamente la calidad de vida, especialmente en población de edad avanzada. Por otro lado la retención urinaria es un objetivo terapéutico importante en urología.
Además de la nicturia, las enfermedades cardiovasculares son frecuentes en la población de edad avanzada. Una revisión sistemática demostró que la hipertensión y la insuficiencia cardíaca suelen estar asociadas a la nicturia.
Los tópicos principales de esta revisión son: Fisiopatología de la hipertensión y de la nicturia, fisiopatología de la insuficiencia cardíaca y de la nicturia y una revisión sistemática de la enfermedad coronaria y de la y nicturia
Un posible mecanismo patogénico que subyace al desarrollo de la hipertensión (HTA) es el aumento de la presión arterial debido a la ingesta excesiva de sal en personas con alta sensibilidad a la sal. A partir de la curva natriurética de Guyton, es posible deducir que los pacientes hipertensos sensibles a la sal y que consumen demasiada sal no excretan sal durante el día y se ven obligados a excretarla por la noche, lo que provoca un aumento de la producción de orina y nicturia.
En los pacientes con insuficiencia cardíaca (IC), la posición supina nocturna produce un aumento del volumen central de líquido por aumento del retorno venoso desde la periferia con lo cual la secreción de péptido natriurético es estimulada por el estiramiento de las aurículas y los ventrículos. Así, la natriuresis debida a la HTA y la hidrodiuresis debida a IC pueden provocar nicturia, que puede tratarse eficazmente mediante la administración de diuréticos tiazídicos y diuréticos de asa por la mañana respectivamente.
Dado que las enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión y la insuficiencia cardíaca, pueden causar nicturia y que los tratamientos difieren en función de la causa, es necesario prestar mucha atención a la nicturia en el tratamiento de las enfermedades relacionadas con el estilo de vida, como las enfermedades cardiovasculares.
Aunque la nicturia altera significativamente calidad de vida, los médicos no suelen prestar mucha atención en la práctica general. Una revisión sistemática mostró una asociación entre nicturia y enfermedades relacionadas con estilos de vida, como HTA, IC y también enfermedad coronaria.
Hipertensión, enfermedad cardiovascular y nicturia: una revisión sistemática
Ohishi M et al. Hypertension Research (2021) 44:733–739 doi.org/10.1038/s41440-021-00634-0
La nicturia perjudica significativamente la calidad de vida, especialmente en población de edad avanzada. Por otro lado la retención urinaria es un objetivo terapéutico importante en urología.
Además de la nicturia, las enfermedades cardiovasculares son frecuentes en la población de edad avanzada. Una revisión sistemática demostró que la hipertensión y la insuficiencia cardíaca suelen estar asociadas a la nicturia.
Los tópicos principales de esta revisión son: Fisiopatología de la hipertensión y de la nicturia, fisiopatología de la insuficiencia cardíaca y de la nicturia y una revisión sistemática de la enfermedad coronaria y de la y nicturia
Un posible mecanismo patogénico que subyace al desarrollo de la hipertensión (HTA) es el aumento de la presión arterial debido a la ingesta excesiva de sal en personas con alta sensibilidad a la sal. A partir de la curva natriurética de Guyton, es posible deducir que los pacientes hipertensos sensibles a la sal y que consumen demasiada sal no excretan sal durante el día y se ven obligados a excretarla por la noche, lo que provoca un aumento de la producción de orina y nicturia.
En los pacientes con insuficiencia cardíaca (IC), la posición supina nocturna produce un aumento del volumen central de líquido por aumento del retorno venoso desde la periferia con lo cual la secreción de péptido natriurético es estimulada por el estiramiento de las aurículas y los ventrículos. Así, la natriuresis debida a la HTA y la hidrodiuresis debida a IC pueden provocar nicturia, que puede tratarse eficazmente mediante la administración de diuréticos tiazídicos y diuréticos de asa por la mañana respectivamente.
Dado que las enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión y la insuficiencia cardíaca, pueden causar nicturia y que los tratamientos difieren en función de la causa, es necesario prestar mucha atención a la nicturia en el tratamiento de las enfermedades relacionadas con el estilo de vida, como las enfermedades cardiovasculares.
Aunque la nicturia altera significativamente calidad de vida, los médicos no suelen prestar mucha atención en la práctica general. Una revisión sistemática mostró una asociación entre nicturia y enfermedades relacionadas con estilos de vida, como HTA, IC y también enfermedad coronaria.